Objetivos climáticos respaldados por la ciencia

En un mundo globalizado, volar nos permite conectar países y continentes para fomentar el comercio, las relaciones, la cultura y el amor. Con el fin de seguir disfrutando de las ventajas sociales y económicas que nos aportan los vuelos, estamos comprometidos con la reducción de las emisiones de carbono de nuestros aviones. Y, para ello, nos guiamos por la ciencia.

Nuestra visión de futuro es acelerar la transición a una aviación que no dependa de los combustibles fósiles. En 2020, nos fijamos el objetivo de que nuestros vuelos tuvieran emisiones neutras de carbono para finales de 2045. Mientras definimos la hoja de ruta para alcanzar nuestro objetivo climático a largo plazo, también nos hemos comprometido con la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). En primavera de 2024, enviamos nuestro objetivo climático a la SBTi para que lo validaran.

Actualmente, la SBTi es la organización que marca las mejores prácticas para fijar objetivos climáticos en virtud del Acuerdo de París. La iniciativa proporciona instrucciones y un marco de trabajo a las organizaciones, para que sepan a qué velocidad y en qué cantidad deben reducir sus emisiones de carbono para respetar el umbral crítico de calentamiento global de 1,5 °C.

El sector de la aviación es muy difícil de descarbonizar ya que, diferencia de otros medios de transporte, la electrificación de los vuelos comerciales no es una opción realista. Además, para que un avión de 200 toneladas se eleve en el aire es necesaria una inmensa cantidad de energía que, a día de hoy, se obtiene de combustibles fósiles.

Qué estamos haciendo para reducir las emisiones de carbono en nuestros vuelos:

Utilizar menos combustible 

Nos esforzamos constantemente por hacer uso del combustible de la manera más eficiente posible. Por ejemplo, optimizamos la asignación de nuestros aviones a diferentes rutas diariamente, en función de la demanda variable y del consumo de combustible. Asimismo, los pilotos de Finnair están entrenados para volar de forma eficiente y cuentan con herramientas para optimizar los niveles y la velocidad de vuelo, de manera que ahorren combustible. Nuestra sede central, el Aeropuerto de Helsinki, también es ideal para ahorrar combustible, ya que tiene poco tráfico aéreo y permite realizar aterrizajes con un descenso continuo.

El peso del avión también tiene un impacto directo en el rendimiento del combustible y, por lo tanto, tenemos muy en cuenta el peso de todos los elementos que hay a bordo, desde la moqueta hasta los asientos y los carritos.

Utilizar combustible más sostenible

El combustible de aviación convencional está hecho de crudo, pero existen otras alternativas ya disponibles que no requieren la combustión de carburantes fósiles. El combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) es un término que engloba los combustibles hechos de materias primas renovables, como grasas animales y aceites de cocina usados. En comparación con el combustible de aviación de base fósil, el SAF puede reducir las emisiones de carbono en hasta un 80 % durante el ciclo de vida del combustible.

Actualmente, el porcentaje de SAF en nuestro consumo total de combustible es bajo. Sin embargo, este porcentaje irá aumentando gracias a las obligaciones normativas y nuestra propia voluntad en los próximos años. Con el fin de cumplir nuestros objetivos climáticos, nos comprometemos a usar más SAF del obligatorio, pero también necesitaremos el apoyo de nuestros clientes. El aumento del uso de SAF en el sector de la aviación es algo en lo que todos podemos participar.

Volar con una flota moderna

Tenemos una de las flotas de largo radio más modernas de Europa. La mayoría de nuestros más de 70 aviones son Airbus. De hecho, contamos con varios de los nuevos Airbus A350 de última generación. El A350 tiene un 25 % más de eficiencia de combustible en comparación con otros aviones de la generación actual.