Toma medias contra las emisiones de dióxido de carbono

La huella de carbono son las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de una actividad específica, como la aviación. Las emisiones de dióxido de carbono de un vuelo dependen, por ejemplo, del avión utilizado y la distancia recorrida, así como de la cantidad de pasajeros y mercancía que transporte el avión.

Al contribuir a los proyectos, estás ayudando a reforestar humedales degradados de Pakistán y a conservar bosques de Indonesia. Los proyectos no reducen directamente las emisiones de dióxido de carbono de los vuelos ni las derivadas del avión en el que viajas, pero sí suponen una forma indirecta de contribuir a la mejora del clima y de los ecosistemas vulnerables. Estos proyectos están certificados por diversos estándares de certificación de carbono reconocidos internacionalmente, como VCS, Gold Standard, American Carbon Registry y Climate Action Reserve. Aun así, cabe destacar que, aunque los proyectos estén certificados, su impacto real en el clima puede ser difícil de evaluar.

En 2023, el SAF solo representaba un 0,2 % aproximadamente (unas 2265 toneladas) de nuestro consumo total de queroseno. De este SAF, 1101 toneladas las financiaron parcialmente nuestros clientes, 681 toneladas las financiamos nosotros voluntariamente, y las otras 483 toneladas se obtuvieron a través de organismos nacionales. En el futuro, el porcentaje de SAF se incrementará gracias a, por ejemplo, los reglamentos de la UE, y también las medidas voluntarias que tomaremos tanto nosotros como nuestros clientes. Tu contribución se destinará a financiar el SAF voluntario, es decir, que no se usará para cubrir los costes de SAF obligatorios para Finnair.

Gracias a tu contribución, Finnair podrá comprar SAF extra que cumpla los criterios de la iniciativa ReFuelEU. Esto significa que los SAF adquiridos con las contribuciones de nuestros clientes serán biocombustibles derivados de determinadas materias primas (como las grasas animales y los aceites de cocina usados), que cumplen los criterios de sostenibilidad y de emisiones de gases de efecto invernadero establecidas por la UE.

Lo que convierte al combustible sostenible de aviación en una mejor opción para el clima son sus materias primas y la consiguiente reducción de las emisiones de dióxido de carbono. El combustible de aviación convencional está hecho principalmente de crudo, un combustible fósil. Sin embargo, el SAF está hecho principalmente de desechos y residuos, como grasas animales y aceites de cocina usados. Cuanto más SAF pueda usar el sector de la aviación, menos combustible fósil convencional será necesario. Cabe destacar que existen varios procesos de producción del SAF y diferentes materias primas disponibles. Sin embargo, en Finnair solo usaremos tu contribución para adquirir SAF que cumpla los criterios de la UE.

Cuando se queman, el SAF y los combustibles fósiles emiten prácticamente la misma cantidad de gases de efecto invernadero. Sin embargo, durante el proceso de producción, el SAF produce bastante menos emisiones de gases de efecto invernadero que el combustible de aviación tradicional. Si se tiene en cuenta el ciclo de vida completo del combustible, el SAF puede reducir hasta en un 80 % las emisiones en comparación con los combustibles fósiles convencionales. El nivel exacto de reducción depende de las materias primas y los procesos de producción utilizados. Para cumplir con el reglamento de la UE, los biocombustibles deben reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 70 % como mínimo.

El SAF tiene una disponibilidad mundial limitada y es el doble o el triple de caro que el combustible de aviación normal. El precio y la disponibilidad solo mejorarán si aumenta su uso, así que queremos invertir en combustibles sostenibles.

CHOOOSE™, el socio de Finnair para la prestación de este servicio, tiene unos gastos administrativos de 0,35 € por pasajero y trayecto.