Lejos de las ciudades más grandes y bulliciosas llenas de turistas, Bodø es el punto más septentrional de una de las carreteras más pintorescas del mundo, la ruta costera Kystriksveien.Y las vistas no se detienen ahí, puesto que la ciudad costera es tan solo la puerta de acceso al auténtico norte de Noruega.

Gracias a su ubicación geográfica en el Ártico, en Bodø tendrá muchas posibilidades de ver las auroras boreales. Imagine el llamativo reflejo de la aurora sobre el puerto, con las montañas de fondo. La cordillera Børvasstindan también ofrece rutas de senderismo y el cercano bosque de Bodømarka cuenta con rutas de esquí para los aficionados a los deportes de invierno. Si le atrae más el agua, no olvide visitar Saltstraumen, donde el remolino más grande del mundo muestra su increíble poder.

Aunque disfrutar de la impresionante naturaleza es sin duda el objetivo principal de un viaje a Bodø, la ciudad ofrece también otras opciones de ocio. En agosto, los festivales de música como "Parkenfestivalen" y "Nordland Musikfestuke" atraen a miles de personas. Los festivales de arte callejero ambulantes han llenado las calles de Bodø de llamativos murales que podrá admirar. Después de dar un paseo, puede tomar una bebida en la terraza de una cafetería. Como suele ser habitual en Bodø, lo más probable es mientras le sirven su pedido pueda ver volar majestuosas águilas por el cielo, ya que la ciudad cuenta con la población más densa de águilas marinas de cola blanca del mundo.

Bodø no solo alberga la última estación de la red de ferrocarril más larga de Noruega, sino que también sirve como punto de partida para viajar por mar a las islas más populares. Las conexiones regulares en ferry conectan Bodø, por ejemplo, con las impresionantes islas Lofoten que, gracias a su naturaleza virgen, pueden ser la guinda de su visita a Bodø.

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