La moderna y agitada capital de Islandia, Reikiavik, ofrece interesantes contrastes en un entorno con paisajes lunares desolados, mares agitados y montañas nevadas.

Las profundas y milenarias raíces nórdicas de esta civilización resultan visibles en el Museo Nacional de Islandia, de visita obligada. Para comprender mejor la conexión entre Reikiavik y el mar, vaya al Museo Marítimo Víkin. Dedique tiempo a conocer el maravilloso casco antiguo, repleto de coloridas edificaciones y callejones sinuosos. Acérquese al mercadillo Kolaportið un sábado o un domingo para descubrir productos islandeses y degustar las delicias locales en oferta, desde pescado fresco hasta tiburón fermentado. Cuando caiga la noche, pasee por la principal calle de entretenimiento, Laugavegur, donde se concentra un gran número de bares, cafés y restaurantes.

Incluso en las excursiones de un solo día, puede deleitarse con espectaculares paisajes. El Parque Nacional de Thingvellir, antigua sede del gobierno islandés, forma parte de la ruta del Círculo Dorado, que también incluye la increíble catarata de Gullfoss, el valle geotérmico de Haukadalur y el célebre géiser Geysir. Las gélidas aguas del Atlántico norte albergan numerosas manadas de ballenas, por lo que el avistamiento de estos animales se ha convertido en una actividad popular. Finalmente, para relajarse, visite la Laguna Azul, una conocida zona de aguas termales que se nutre del calor sobrante de una planta de energía geotérmica.

Finnair vuela directamente de Helsinki a Reikiavik durante todo el año a partir del 11 de abril de 2017. Icelandair, nuestra aerolínea asociada, continuará operando vuelos de código compartido con Finnair con la misma ruta.