Budapest, dividida en dos por el río Danubio, es una de las ciudades más bellas de Europa central. La enigmática y antigua ciudad de Buda, en la ribera oeste, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, las coloridas casas medievales, junto con las asombrosas vistas de la ciudad y la iglesia Matthias en Castle Hill (con una antigüedad de al menos 700 años) hacen las delicias de los fotógrafos. En la ribera este se encuentra Pest, famosa por sus calles comerciales y bulliciosa vida nocturna.

Budapest está repleta de lugares de interés, desde el Museo Nacional hasta el Parque de las Estatuas, poblado de monumentos de la era comunista. La ciudad se presenta, además, como el destino ideal para unas vacaciones tranquilas. Bajo las cúpulas y arcos de los baños termales Király, Gellért y Széchenyi podrá olvidar el trajín diario y dedicarse únicamente a relajarse. Isla Margarita y sus parques, el emblemático bulevar Andrássy y los puentes sobre el Danubio invitan al turista a disfrutar de paseos relajados. Las delicias picantes de la gastronomía húngara, así como los vinos locales, son la compañía perfecta para la noche.