A Nueva Zelanda se la conoce por muchos nombres, pero algo por lo que destaca a nivel mundial es que cuenta con algunos de los escenarios más impresionantes de la Tierra. Auckland, la ciudad más grande del país, ofrece a sus visitantes una puerta de entrada a este entorno salvaje y natural; un destino interesante por derecho propio. Lo primero que divisarán los visitantes será la torre Sky Tower (Torre del Cielo) de Auckland que, con una altura de 328 metros, se situada en el centro de la ciudad. La zona de Britomart ofrece un entorno animado en el que poder entretenerse y disfrutar de la gastronomía junto al muelle. Visite el mercado Avondale Sunday Market, que tiene lugar cada domingo, para probar la comida de la Polinesia y ver la gran cantidad de productos frescos de los que puede disfrutar en este país. El Museo de Auckland abre las puertas de la fascinante cultura de los indígenas maoríes al público, mientras que la rica historia artística de todo el país puede contemplarse en la Galería de Arte de Auckland.

Todo visitante que llegue a Nueva Zelanda sentirá la llamada de la naturaleza en estado puro y, con suerte, incluso un breve viaje a Auckland puede suponer un escenario increíble para todo aquel que desee explorar. Presidiendo la ciudad, encontramos los conos de varios volcanes extintos a los que se puede subir. Si está dispuesto a subir a alturas vertiginosas, podrá contemplar vistas panorámicas similares desde el puente del puerto de Auckland. La cordillera de Waitakere ofrece las escenas de ensueño de las que siempre ha oído hablar y se encuentran a tan solo 45 minutos de la ciudad. La conexión con el océano es vital para todos los neozelandeses, algo que se nota cuando se visita las formidables playas de la zona, como la famosa playa de Piha o la playa algo más alejada de Karekare.

Puede llegar a Auckland con Finnair y la extensa red de rutas de los miembros de la alianza oneworld.