Pekín renació durante los Juegos Olímpicos de 2008: además del sensacional estadio olímpico con forma de nido de pájaro, se construyó un gran número de hoteles, centros comerciales, restaurantes y rascacielos. Las atracciones históricas de Pekín incluyen el esplendor de la Ciudad Prohibida y del palacio de verano, la plaza de Tiananmen y los callejones hutong, de varios siglos de antigüedad, y sus casas de madera.

En el mausoleo del presidente Mao, miles de personas hacen cola para ver su cuerpo embalsamado. El Museo nacional de China proporciona información detallada acerca de la historia de China desde las dinastías imperiales hasta las revoluciones, mientras el mercado de antigüedades de Panjiayuan y el mercado de la perla y de la seda son ideales para poner a punto sus habilidades de regateo. Después de un día de compras, el lago del parque Yuyuantan ofrece un lugar perfecto para descansar. La Gran muralla china y las tumbas imperiales de las dinastías Ming y Qing son destinos inolvidables a solo un pequeño viaje en autobús de distancia.