Perth, la capital del estado más grande de Australia, se cita a menudo como la capital más aislada de la Tierra. Esta alejada gema se está desarrollando rápidamente y está evolucionando como un destino cultural por derecho propio, a lo que contribuye la potente economía minera del estado. El centro de la ciudad está revalorizándose culturalmente con nuevos bares, cafeterías y boutiques de moda que se multiplican por doquier. Por otro lado, la urbanización Elizabeth Quay ha otorgado a la ciudad un estilo marítimo y cosmopolita; algo que hasta ahora solo se encontraba en las ciudades más grandes y conocidas del este del país. A sus afueras, se encuentran los barrios de moda de Leederville y Subiaco, que ofrecen un toque europeo a las excursiones de compras de un día.

Un poco más allá, las joyas naturales de la ciudad empiezan a brillar. Las playas dentro del área metropolitana se consideran de las mejores del país: desde la de Mullaloo en el norte hasta la de Cottesloe en el sur, todas ofrecen aguas turquesas y finas arenas durante todo el año. El King's Park, uno de los parques urbanos más grandes del mundo y uno de los destinos turísticos más populares del estado, domina desde la cima de una colina ofreciendo majestuosas vistas del distrito central de negocios. El río Swan siempre está surcado por ferris que se dirigen a Fremantle; un antiguo puerto pesquero con gran encanto convertido ahora en centro cultural. La propia isla paraíso de Perth se llama Rottnest y se encuentra a 18 kilómetros de su costa: allí encontrará aguas cristalinas para practicar esnórquel o buceo, playas de estupenda arena para tomar el sol y una sorprendente fauna silvestre entre la que se encuentra el quokka, parecido al canguro. En la región vinícola del río Margaret, Lancelin y Mandurah, los intrépidos viajeros encontrarán distintas opciones de excursiones de un día.

Puede viajar a Perth y ver todas sus bellezas naturales con Finnair y la extensa red de rutas de los miembros de la alianza oneworld.