Nueva York tiene casi demasiados lugares de interés, pero podría decirse que Times Square es el punto focal de toda la ciudad. Donde se encuentran Broadway y la Séptima Avenida, resulta el lugar perfecto para empaparse del ambiente de la Gran Ciudad. Aunque no le faltan tiendas, en Times Square lo que destaca es la gente, los colores y... ¡el ruido! Ha sido escenario de innumerables películas y símbolo de la cultura pop en todas partes, por lo que es inevitable que sienta que ha estado aquí antes. Hágase con entradas a buen precio para un espectáculo de Broadway (aunque hay que tener cuidado, pues las sesiones de tarde suelen ser bastante caras) o diríjase hacia el sur hasta el parque Bryant y disfrute de un café en el Gran Jardín de la Biblioteca Pública de Nueva York, la más grande de la ciudad, con una inmensa sala de lectura principal.

Para contemplar unas vistas de la ciudad que le dejarán sin aliento, suba a los miradores de observación del Empire State Building o los del Rockefeller Center, menos concurridos pero igualmente impresionantes, donde sus ascensores de alta velocidad le elevarán cientos de metros en el aire para disfrutar de una vista de pájaro. Volviendo al nivel de la calle, diríjase a la estación Grand Central, otro de los lugares de Nueva York que aparecen en el cine y la televisión y que está repleto de turistas y neoyorquinos por igual, ya sea de día o de noche. Tome el metro para llegar al extremo sur de Manhattan y ver la famosa Estatua de la Libertad elevándose en pleno puerto de Nueva York. Después de todo este recorrido es posible que necesite un momento para relajarse: el lugar perfecto será el refugio verde de la ciudad, Central Park, frecuentado por los lugareños para pasear, correr o montar en bici arropados por los rascacielos que lo rodean.

Brooklyn: aunque técnicamente es parte de la ciudad de Nueva York, el barrio de Brooklyn es un destino inspirador en sí mismo. Este antiguo centro industrial se ha convertido en un punto de encuentro para artistas, músicos y todo tipo de perfiles creativos.

Atlantic City: a tan solo 2 horas de distancia, Atlantic City en la vecina Nueva Jersey, es sinónimo de ostentación y glamour. Esta ciudad costera, famosa por su paseo marítimo repleto de casinos a lo largo de sus más de 6 km de longitud, sin duda merece una visita.

Los Hamptons: lugar de descanso de ricos y famosos, pero también con mucho que ofrecer a los visitantes dispuestos a recorrer la corta distancia que hay desde el centro de Manhattan. Las playas y el ambiente propio de una ciudad pequeña se mezclan con megamansiones y coches de lujo en este pequeño y soleado enclave costero.

Filadelfia: a algo menos de tres horas en coche se encuentra Filadelfia, otra gran ciudad con una gran historia. Aquí se firmó la Declaración de Independencia que dio forma la nación que todos conocemos hoy. Se pueden visitar una gran cantidad de lugares de interés histórico, pero también disfrutar del bullicioso centro y de sus innumerables tiendas y restaurantes.

Si desea ir de compras, ha venido al lugar adecuado. Las avenidas de Nueva York ofrecen de todo, desde marcas de lujo a productos de consumo y las últimas novedades en moda urbana.

Quinta Avenida: hogar de prácticamente todas las marcas de prestigio imaginables, junto con Saks Fifth Avenue y el legendario cubo de cristal de la Apple Store.

Herald Square: dominada por los grandes almacenes Macy's, que ofrecen lo mejor de la moda estadounidense e internacional en sus once pisos. No olvide presentar su pasaporte para obtener un descuento adicional.

Times Square: los nombres conocidos y los llamativos carteles son el indicativo de que es buena zona de compras. No se espere los mejores precios, pero le brindará algunas experiencias increíbles y, a veces, hasta fuera de lo normal.'

Century 21: situado justo detrás del nuevo One World Trade Center, esta tienda outlet es de visita obligada para los cazadores de gangas y dispone de una amplia selección de marcas de ropa a precios reducidos.

SoHo: situada en torno a Canal Street, en esta zona en alza en la que encontrará sobre todo moda y ropa urbana, verá las marcas que tan bien conoce y tanto le gustan.

Greenwich Village: en esta zona hallará pintorescas tiendas de libros, discos y antigüedades.

La comida y la bebida en Nueva York, ciudad famosa desde hace tiempo como crisol de culturas, es también un crisol de sabores. Podrá encontrar cualquier cosa que se le antoje.

Perritos calientes: este básico de Nueva York sabe mejor en los puestos callejeros y con todos los complementos que más le gusten. Podrá encontrar fácilmente opciones halal y vegetarianas.

Pizza: vendida en porciones por toda la ciudad y con infinidad de variedades; un estupendo aperitivo mientras está fuera.

Pretzels: típicos de Nueva York, calientes y salados, para cargar de energía sus aventuras turísticas.

Oriental: se pueden encontrar muchas opciones, entre las que se incluyen los restaurantes chinos, tailandeses, coreanos y japoneses. El sushi es muy habitual y la barbacoa coreana está ganando popularidad.

Africana: podrá encontrar la mezcla de especias y sabores del continente africano en la comida senegalesa, nigeriana o etíope, por nombrar algunos. Las creaciones con cordero, especias y verduras son la especialidad.

Latinoamericana: la emigración de los países de Latinoamérica tiene una larga trayectoria en Nueva York y estos inmigrantes trajeron con ellos su cocina tradicional; se compone de abundantes y diversos sabores tanto en platos de carne como de pescado, y es frecuente el toque de chile picante.

Oriente Medio: los platos tradicionales más conocidos, como kebab y kofta, son fáciles de encontrar, junto con otros muchos ejemplos de la cocina de Oriente Medio.

Café: está disponible a cualquier hora y en cualquier lugar. Las grandes cadenas como Starbucks y Dunkin' Donuts se encuentran por toda la ciudad junto con incontables cafeterías encantadoras y modernas. Podrá degustar las todas variedades habituales.

Cerveza: podrá encontrar cualquier marca, incluidas las americanas más apreciadas, así como diversas ofertas del floreciente panorama de cerveza artesanal del estado.

El transporte público de Nueva York es fácil de usar, normalmente es rápido y tiene un precio asequible.

Metro: el metro de Nueva York es uno de los más grandes del mundo. Se trata, con diferencia, de la forma más fácil de desplazarse por Manhattan, así como de llegar a zonas más alejadas. Tiene un precio relativamente barato, sobre todo teniendo en cuenta su calidad, funciona las 24 horas del día y resulta una gran opción para los turistas. Adquiera un billete múltiple de MetroCard para recorrer toda la ciudad de Nueva York sin complicaciones.

Autobús: los autobuses públicos discurren por diferentes rutas en todo Manhattan y se puede acceder a ellos con el mismo sistema de tarifas que el metro. Si no dispone de una tarjeta MetroCard, tenga efectivo a mano (solo el importe exacto).

Bicicleta: aunque ciertamente no es la ciudad más propicia para montar en bici del mundo, tiene carriles bici disponibles para el ciclista ocasional, con varias rutas para ver algunos de los principales lugares de interés turístico de la ciudad.

A pie: cuando suba al nivel de la calle en Nueva York será peatón, como lo es todo el mundo. Se trata de una ciudad hecha para peatones y todos los cruces son seguros y están bien señalizados.

Taxi: símbolo por derecho propio de la ciudad, disponibles en todas partes, seguros y baratos. Compruebe que el taxímetro esté en marcha y no olvide la propina (alrededor del 20 % si cree que el servicio ha sido adecuado).